La huida a Egipto
Padre Horacio Bojorge S.J.
La Virgen Madre salva al Niño
huyendo en las persecuciones.
Huyendo, fue la Luz a Egipto
y perseguida, a las Naciones.
Como María: así la Iglesia.
La Virgen Madre salva al Niño.
Huye con él, del rey Herodes.
Vive, por él, en el exilio.
Vuelve con él. Con él se esconde.
Brilla la luz en vida oculta
con admirables resplandores.
Y ella, que ve la Luz, exulta,
hasta que alumbre entre dolores.
Como María: así la Iglesia.
La Madre guarda oculto al Niño
de la mirada de los hombres.
Pues todos somos asesinos
y todos somos pecadores:
el que no es Judas es Pilatos
quien no es Pilatos es Herodes;
y los que no, pasan de largo,
indiferentes o burlones.
La Virgen Madre ocultó al Hijo
huyendo en las persecuciones.
Huyendo fue la luz a Egipto
y perseguida, a las Naciones.
Pero en la Hora de su Hijo
acata lo que Dios dispone.
Como María, así la Iglesia.
Y así da a luz la nueva Luz
del Evangelio del Dolor:
el sufrimiento redentor
sufrido por y con Jesús.
Como María: así la Iglesia.
Huyendo por y con el Niño
su santa Madre nos anuncia
y con su ejemplo nos enseña
un evangelio de cariño,
un evangelio de renuncia
y un evangelio de paciencia
Y así la Iglesia.
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