jueves, 10 de diciembre de 2020

No se deje manipular

 


No se deje manipular

Autor: Mons. Rómulo Emiliani, c.m.f.

Las ovejas, por su sentido de conservación, siempre permanecen con el rebaño. Cualquier deseo de aventura o exploración, incluso para obtener alimento o agua, es reprimido instintivamente porque presienten el peligro que asecha más allá del círculo protector del rebaño. 

Muchas personas actúan como si fueran ovejas y abandonan el control de sus vidas en manos de otros. Andan vacilantes y solitarios, esperando la orden de otros para actuar. Sin metas, prioridades o alguna estrategia de vida que sea auténticamente suya, van a la deriva siguiendo al rebaño a través de una pradera interminable de mediocridad, incapaces de liberarse o de lograr ni una mínima parte de los sueños que han acariciado. 

Si usted permite que los demás controlen su vida, deposita en manos de ellos su futuro, renuncia a su derecho de elegir y tomar buenas decisiones y además elimina su oportunidad para madurar. 

Usted puede dejar atrás el rebaño, controlar su vida, establecer y realizar sus propias metas, puede erguirse por sí mismo, decir NO en vez de SI y actuar en vez de dejar que otros lo hagan por usted. En otras palabras, solamente de usted depende evitar que lo manipulen. 

Usted no es una oveja sino un ser humano. Ni su familiar más cercano ni un superior puede adueñarse de su vida, decidir por usted ni obligarlo a que haga algo que no quiere. Eso es absurdo y atenta contra su dignidad humana y la libertad que Dios le dio para decidir lo que crea más conveniente en su vida. No está bien que otras personas lo sugestionen, manipulen y gobiernen su vida y hagan de usted una marioneta o un títere. 

Es voluntad del Señor que haga el máximo esfuerzo para gobernar su propia existencia. Usted no es una oveja perdida, porque Dios está con usted en cada momento de su vida. El quiere que cada persona tome las riendas de su vida y decida su propio destino. ¡Asuma ese control! 

No se deje llevar por la mentalidad y las influencias del mundo exterior ni haga únicamente lo que dicen y hacen los demás. Si usted se abandona así, será una criatura ajena a su propio ser, una superficie de inseguridad movida por los vientos de las circunstancias. Si usted no controla su propia existencia, esas circunstancias u otras personas lo harán. 

Usted no tiene que ser como los demás, sino ser usted mismo y aceptarse tal y como es. No debe ser simplemente un objeto que es controlado por otros. Es necesario e importante que usted piense, se aprecie y decida por sí mismo. Sea el artífice de un cambio en el rumbo de su vida. 

En la medida en que usted sea independiente, autónomo y con confianza y seguridad en sí mismo y su potencial, podrá entregar su propio ser más plena y auténticamente a Dios, a las causas justas y a otros que lo necesitan. En cambio, si usted es débil y acepta ser dominado o dirigido totalmente por otras personas, no tendrá nada que ofrecer a los demás. 

Usted fue creado por Dios a Su imagen y semejanza, tal y como es, con sus dones, cualidades, virtudes y también con defectos y fallas. Acéptese y sea usted mismo, esa persona original, autónoma e independiente que Dios quiere que sea. Tome el control de su vida y piense más por sí mismo. Usted tiene mucho que decir y contribuir. El mundo necesita y está esperando su originalidad y su aporte valioso. Comience ya a cambiar para ser una persona más madura. 

Una vez que usted acepte la responsabilidad de sus acciones, sin avergonzarse ni presentar excusas ni esperar la aprobación y el aplauso de otros para hacer las cosas, sino porque está convencido de que está bien hecho y de acuerdo con la voluntad de Dios, con su conciencia y la situación histórica del momento, será una persona maravillosa y podrá aportar mucho al mundo y a la sociedad. Pero si usted espera la aprobación y el aplauso de otros para actuar y se ofende, se deprime y se entristece cuando alguien lo critica o rechaza lo que hace está actuando como una simple oveja o marioneta y siempre será manipulado por los demás. 

La persona que se conoce a sí misma y controla su vida puede enfrentarse con más éxito a la ansiedad y el conflicto porque está segura de su propia capacidad. Esa persona puede disfrutar de la vida, enfrentar cualquier cambio y triunfar en cualquier situación. Para esa persona no importa lo que traiga el mañana porque tiene la autosuficiencia necesaria y confianza y fe en sí mismo. Mantenga su autocontrol, refuerce el significado y valor de su propio yo para tener un sentimiento más pleno de su propio valor y existir. Sólo se tiene una vida y tenemos la responsabilidad ante Dios de vivirla a plenitud. Recuerde que Dios es el único a quien usted puede entregar su vida ciegamente y con entera confianza. Sólo CON EL, USTED PODRÁ SER . . . ¡INVENCIBLE! 


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