Con la mayor soledad
Felix Lope de Vega
¡Sin Esposo, porque estaba
José de la muerte preso;
sin Padre, porque se esconde;
sin Hijo, porque está muerto;
sin luz, porque llora el sol;
sin voz, porque muere el Verbo;
sin alma, ausente la suya;
sin cuerpo, enterrado el cuerpo;
sin tierra, que todo es sangre;
sin aire, que todo es fuego;
sin fuego, que todo es agua;
sin agua, que todo es hielo;
con la mayor soledad
que humanos pechos se vieron,
pechos que hubiesen criado,
aunque virginales pechos,
a la Cruz, de quien pendía
un rojo y sangriento lienzo,
con que bajó de sus brazos
Cristo sin alma, y Dios muerto,
la sola del Sol difunto
dice, con divino esfuerzo,
estas quejas lastimosas
y estos piadosos requiebros
«¡Oh, teatro victorioso,
donde el Capitán eterno,
por dar a los hombres vida
venció la Muerte muriendo!
¡Oh, escala de otro Jacob,
mas con tres pasos de hierro,
tan alta, que por subirla
pies y manos puso en ellos!
¡Oh, caja de mis cuchillos!
¡Oh, mesa en que estuvo puesto
aquel soberano Pan
atravesado en el leño!
Pues solos nos han dejado,
yo sin Hijo y vos sin dueño,
consolémonos los dos,
pues los dos nos parecemos.
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