EL DIOS OLVIDADO
Jesús no ha querido estar entre nosotros solamente por 33 años, sino que ha querido vivir permanentemente con nosotros. Por eso, nos prometió: Yo estaré con
vosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt 28, 20). Pero ¡qué tristeza! Dios vive entre nosotros como un amigo, como un hermano, y la inmensa mayoría de la
humanidad ni se entera. Ésta es la más grande ignorancia de la humanidad. Incluso entre los católicos y ortodoxos, que debemos creer en su presencia real, ¿cuántos realmente lo creen? Por ello, cada uno de nosotros debe ser un apóstol de la Eucaristía y decir a todo el mundo: Jesús está aquí y te espera. Él es tu Dios, no lo dejes abandonado.
Deberíamos ser como la lamparita del sagrario, que humilde y silenciosa, está diciendo a todos los que vienen a la iglesia: Aquí está Jesús, aquí está tu Dios. Pero ¿lo creemos de verdad? y ¿por qué no venimos más seguido a visitarlo, a adorarlo y a demostrarle nuestro amor? ¡Cuántas bendiciones nos perdemos, por ignorar que Él es la fuente de toda bendición!
Jesús Eucaristía es el Dios olvidado. Él nos espera sin cansarse día y noche y ¡qué pocos vienen a visitarlo! El mundo está en tinieblas, pero prefieren ir a los brujos y curanderos o buscar la felicidad en las cosas de la tierra en vez de buscar a Jesús, y Él sigue esperando sin cansarse. Él te está esperando también a ti con los brazos abiertos,porque quiere ser tu amigo. Ábrele las puertas de tu corazón y déjalo entrar para que te dé su amor y paz. No lo dejes abandonado, visítalo y disfrutarás de una paz inmensa que sólo Él puede darte. Recuerda que te está diciendo en el Evangelio: No tengas miedo, solamente confía en Mí (Mc 5, 36). Venid a Mí los que estáis en problemas que yo os aliviaré y daré descanso para vuestras almas (Mt 11, 28)
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