Jesús es presentado en el Templo
María muy entusiasmada
José muy contento
Ella bien se preparaba
Ya llegó el momento
Es la ley de Moisés
Esta se debe cumplir
El rito hermoso es
Al templo hay que ir
Para la purificación
Hay que ir a Jerusalén
Es la presentación
Del hijo de buen bien
Es la ley del Señor
Para todo varón
Que sea primogénito
Consagrarlo a su amor
Maria lleva el niño
José lleva los pichones
Salmos cantan en el camino
Como bellas canciones
Un piadoso de Jerusalén
Para Dios hombre bueno
Simeón hombre de bien
Alegre y ameno
El lo estaba esperando
Para atender a Israel
El espíritu Santo
Estaba con él
Al se le revelo
Que vería al Mesías
Por eso se emocionó
Al verlo ese día
En el mismo momento
Cuando José y Maria llegaba
El Espíritu Santo
Y Simeón entraba
Así ellos a Ley cumplieron
Así cumplió Dios con Simeón
Todos agradecieron
Con gran emoción
En brazos Simeón estaba Jesús
El bendijo a Dios
El gano la paz y la Luz
Sus ojos vieron al Salvador
Dios ha traído a El
La luz de las naciones
Gloria de su pueblo Israel
Niño de infinitos dones
Maria y José estaban maravillados
Simeón la bendijo
Pero quedo preocupada
Con lo que el predijo
Caída o resurrección
Traerá el niño a Israel
Así le dijo Simeón
Al mirarlo a El
María llevo su mano al corazón
Le atravesará el alma una espada
Le predijo triste Simeón
A la Madre amada
Una profetisa muy anciana,
En el templo estaba orando
Hija de Fanuel llamada Ana
Viuda, a su marido llorando
Ochenta años tenía
No se apartaba del Templo
Ni de noche ni de día
Su servicio era un ejemplo
Entre ayuno y oraciones
Alababa a Dios hablando del niño
Y la liberación de Jerusalén
buena mujer de ochenta y cuatro años
La ley ya cumplida
Jose y María a Galilea regresaron
Igual que a la venida
De regreso salmos cantaron
Llegaron a Nazaret
Allá el niño crecía
La gracia de Dios estaba con El
Y toda la sabiduría
Pedro Sergio Antonio Donoso
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