¿Cómo imaginar la vida diaria de María?
Padre Felipe Santos Campaña, SDB
“Bendito seas, Señor que me has creado según tu voluntad”.
Tal era la berakah que todas las chicas de Israel repetían cada mañana desde que se levantaban. Los hombres, se sabe, recitaban tres bendiciones diferentes. En la bendición que ella dirigía a Dios, María aceptaba plenamente su condición de mujer.
En Oriente, la mujer tenía un rango inferior al hombre. Ninguna huella de reivindicación, ni de resignación en esta oración, pues Dios ha creado al hombre y la mujer a su imagen. Cada mañana la memoria de la mujer se recordaba con la palabra de Dios contenida en la primera página de la Biblia, en el himno de Dios creador que dio una dignidad parecida al hombre y a la mujer creada en el sexto día:”Lo hiciste por inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y de esplendor (Salm 8).
María disfrutaba yendo a la sinagoga para escuchar la palabra de Dios. Efectivamente, toda mujer tenía derecho de ir a la sinagoga en el siglo I de nuestra era. La introducción de la matrona reservada a las mujeres en las Sinagogas es tardía y sólo data del siglo IV.
Fuente: El Universo de la Sagrada Familia
No hay comentarios:
Publicar un comentario