¿Cómo estás? Tenía que enviarte esta nota para decirte lo mucho que me importas,
ayer te vi cuando caminabas y charlabas con tus amigos.
Yo esperé todo el día, deseando que tú quisieras también
hablar conmigo.
Conforme avanzaba el día, te di una caída de sol para cerrar tu día. Te di brisa suave y fresca para que descansases y esperé para hablar contigo, porque soy
tu amigo y te amo mucho.
Te vi quedarte dormido y tenía ganas de tocarte la frente, así es que dejé que un rayo te acariciase el rostro,
seguí esperando para hablar contigo.
¡Tengo tantos regalos para ti!
Te levantaste esta mañana muy deprisa y no tuviste tiempo
de hablar conmigo.
Mis lágrimas estaban en la lluvia y el rocío de esta mañana.
Hoy te sientes triste y solo, me duele el corazón de verte así, pero te comprendo, porque también a mi me han
desilusionado tus amigos, pero te sigo queriendo.
Yo trato de decírtelo a través del cielo azul, de los campos verdes, de las flores. Te grito en los riachuelos y les doy a los pájaros
canciones de amor para cantarte.
Te visto con cálidos rayitos de sol y perfumo el aire con las esencias de la naturaleza.
Mi amor por ti es más hondo que los mares y más grande
que cualquier necesidad que tengas en el corazón.
Si tan solo supieses cuánto anhelo hablar y caminar
contigo.
Yo sé lo dura que es la vida en la tierra. Por eso quiero
ayudarte.
Quiero que conozcas a mi padre, él también
quiere ayudarte,
y a mi madre que te cuida con su manto.
¡Llámame!, ¡pregúntame!, ¡habla conmigo!
No me olvides, por favor,
tengo tanto que compartir contigo....
Ya no te molesto más. Eres libre de escogerme si tu quieres,
es tu decisión personal.
Yo sí te he escogido a ti, y por esta razón, sabré esperarte,
porque te amo. Hasta pronto…
TU AMIGO, JESÚS
Juan García Inza
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