¡ABRE TU PUERTA, QUE TE ESCUCHO!
Creo en Ti, espero en Ti
y quiero entrar por Ti y contigo en el Valle Celestial
Tú, Señor, eres Buen Pastor
tu mano me indica los caminos a seguir
tus ojos se fijan en los míos
cuando me siento débil y enfermo.
Si me lanzo hacia el abismo, me socorres
Si me equivoco de senda, reconduces mis pasos
Creo en Ti y espero en Ti.
Tu presencia, es báculo que me da seguridad
Tu Palabra, es aliento y consejo certero
que empuja mi pensamiento y mi decisión
Tu huella, de Buen Pastor,
es guía que me compromete a vivir unido a Ti
y a trabajar por tu Reino.
Tu cayado, siempre firme y eterno,
es apoyo que necesito cada día que avanzo.
En la falsedad, me hace optar por la verdad
En la incredulidad, me sumerge en la fe
En la tibieza, me aporta fortaleza
En la oscuridad, me arroja hacia la luz
¡Abre tu puerta, Señor, que voy contigo!
Que te escucho, porque eres Pastor
Pastor que amas y te entregas por amor
Pastor que conoces, y llamas con amor
Pastor que alimentas, y lo haces por amor
Pastor que aguardas, y esperas con amor
Pastor que hablas, y das en el corazón.
¡ERES MI BUEN PASTOR, SEÑOR! ¡ABRE TU PUERTA Y ENTRO CONTIGO!
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