Guiados por la Estrella
Padre Tomás Rodríguez Carbajo
El pasado 20 de Mayo, a media mañana, se organizó la salida de una romería desde la parroquia de Santiago Apóstol de Ponferrada al Santuario de la Virgen de la Estrella de S. Pedro de Trones. Encabezaba el cortejo una furgoneta descapotable que transportaba la imagen de Ntra. Sra. de la Estrella venerada en la citada parroquia desde casi su fundación, ya que muchos de los pobladores de entonces de la feligresía procedían de un pueblo andaluz, Navas de S. Juan (Jaén), en donde tenían como patrona a la "Virgen de la Estrella", fue tal el amor que profesaban a la Virgen de su pueblo, que regresaron a él y se trajeron una réplica de la patrona.
El paso de la imagen por los pueblos se hacía notar, porque la megafonía exterior que llevaba el coche portador de la imagen iba lanzando al aire canciones marianas, las gentes que presenciaban el paso de la imagen, como no lo esperaban, quedaban sorprendidas, algunas instintivamente se santiguaban.
Acompañaban a la imagen tres autocares y varios turismos. A la hora prevista llegaron todos juntos a las cercanías del Santuario, allí esperaban fieles de la parroquia de San Pedro de Trones con los sacerdotes, el párroco y el capellán del Santuario, el primera da la bienvenida a la imagen y a los romeros, se entona un canto mariano y se inciensa a la imagen peregrina; con el repique de campanas y el estrépito de unos cohetes se inicia la procesión hacia el Santuario. Una vez llegados a él se colocan las dos imágenes muy cerca una de la otra. Se da comienzo a la Eucaristía, que es concelebrada y cantada por todos con melodías gregorianas. Resultaba pequeño el Santuario para aquella ocasión, pues, no sólo estaban los que habían ido de Poferrada, sino también los del pueblo que se había unido para todos juntos celebrar la ucaristía.
Estuvieron todo el día las dos imágenes homónimas en el Santuario, recibieron constantes visitas. Al contemplar1as instintivamente se comparaban, pues, externamente eran distintas, una estaba sentada, teniendo en su regazo al Niño, portando Este en su mano izquierda la bola del mundo, la Virgen con un cetro en la mano derecha y su corona real aparece como Reina a cuyas plantas se postran humildemente sus hijos para presentarles sus súplicas y acciones de gracias; la otra imagen está de pie, lleva al Niño en brazos, ambos están vestidos con sendas ropas bordadas, la Virgen porta un cetro en su mano derecha, está en actitud caminante, como guiadora o portadora de su Hijo.
Después de una comida campestre y una sobremesa muy animada con canciones y gaitas, hacia el final de la tarde se reunieron otra vez los romeros en el Santuario para tener un acto mariano. Allí actuaron niños y mayores, hubo poesías, "rondas bercianas" a la Virgen, y "mayos", éstos últimos con sabor andaluz, puso el remate una venerable señora de 90 años, vecina del pueblo, que con una agilidad inusitada tocó la pandereta y cantó en honor de Ntra. Señora.
El regreso se organizó como la ida, al llegar a la parroquia y dejar de nuevo la imagen en su altar, se entonó un canto de despedida: "Salve, Madre, en la tierra de tus amores".
Así transcurrió un día de convivencia en el que la hermandad y alegría fueron la nota característica, todos guiados por la "Estrella", que siempre anuncia y lleva a Cristo.
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