Hora última
José María Zandueta Munárriz
(Quintetos )
Quizás,sin avisar,dará la hora;
una hora que es siempre inoportuna.
Todas ellas nos hieren. Sólo una
viene a matarnos y esta tal señora
es la muerte final, sin duda alguna.
Hay que estar vigilante y preparado.
La muerte llega aprisa y sin aviso,
en un soplo.¡Qué duro compromiso,
sin posible elección! Triste legado,
que tienes que aceptarlo de improviso.
Por eso, mi Señor, en este trance
de triste perspectiva y duros trazos,
cuando la vida salta en mil pedazos,
que tu misericordia nos alcance
y que pueda morir entre tus brazos.
Y vos, María, Virgen del Carmelo,
Madre del Redentor, y Madre mía
ayúdame en mi última agonía
y en hora tan crucial, sé mi consuelo
y en tu regazo, llévame hasta el Cielo.
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