Novena Virgen del Carmen

sábado, 20 de marzo de 2021

Dios Mio, Dios Mio, ¿Por qué me has abandonado?

 


"DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?" 

(MT 27, 46 Y MC 15, 34)  Jesús reza el salmo 22, que si comienza con un grito de auxilio, termina con una experiencia de misericordia. “De ti viene mi alabanza en la gran asamblea, mis votos cumpliré ante los que le temen. Los pobres comerán, quedarán hartos, los que buscan al Señor le alabarán: ᆱ¡Viva por siempre vuestro coraz￳n!ᄏ” (Sal 22, 26-27). Hoy hay muchas personas en extrema soledad, intemperie y pobreza. Tenemos la llamada para ser mediación de la ternura de Dios, para que nadie se sienta abandonado por Él. “Acoger con afecto y ternura a toda la humanidad, especialmente a los más pobres, los más débiles, los más pequeños; al hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado (cf. Mt 25,31-46). Entonces, también, podrán contar la experiencia de la bondad divina, la coherencia de nuestra fe. Una de las últimas palabras del Papa Benedicto XVI, fueron: “Me he sentido como San Pedro con los ap￳stoles en la barca en el lago de Galilea: el Señor nos ha dado muchos días de sol y de brisa suave, días en los que la pesca ha sido abundante; ha habido también momentos en los que las aguas se agitaban y el viento era contrario, como en toda la historia de la Iglesia, y el Señor parecía dormir. Pero siempre supe que en esa barca estaba el Señor y siempre he sabido que la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra, sino que es suya. Y el Señor no deja que se hunda; es Él quien la conduce, ciertamente también a través de los hombres que ha elegido, pues así lo ha querido. (…) Yo nunca me he sentido solo al llevar la alegría y el peso del ministerio petrino; el Señor me ha puesto cerca a muchas personas que, con generosidad y amor a Dios y a la Iglesia, me han ayudado y han estado cerca de mí” (Audiencia, 27 de febrero, 2013). 

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