Novena Virgen del Carmen

domingo, 4 de octubre de 2020

¿Como es Ud.?

 


¿Como es Ud.?


Autor: Mons. Rómulo Emiliani, c.m.f.

Generalmente nos preguntamos: ¿Cómo estás? Y uno dice "bien", o "regular", o también "mal". Pero la clave para saber cómo está usted, que siente, cómo se encuentra, está en saber: COMO ES USTED. Sí, el cómo es usted determina el como está usted. Si usted es una persona intransigente, clavada en su línea férrea de pensar y de actuar, inflexible a los cambios y muy dogmática en sus puntos de vista, generalmente no se sentirá bien, no estará bien. Choques con la gente, deseo de que todos piensen como usted, que todos funcionen como usted quiere. ¿No se da cuenta de que todos no podemos pensar igual? De que cada uno tiene su manera de ver las cosas, de pensar y de que nadie tiene toda la razón? De que aparte de la fe muchas de nuestras verdades son relativas y la intransigencia trae resentimientos, úlceras, iras y buscar convivir solamente con la gente que piensa como usted.

Si usted es una persona perfeccionista y que quiere que todo salga "lo máximo", sin fallas, "nítido", inmaculado, se sentirá muchísimas veces mal. Y lo que es peor contagiando con su estado de ánimo a otra gente. No se puede hacer todo bien, perfecto. Esto lo inmoviliza. Le impide hacer muchísimas cosas simplemente por divertirse, por aprender. Pintar un cuadro, cantar una canción, conocer algo de karate. Simplemente para experimentar algo nuevo. Pero si dice: "Si no pinto como Dali, canto como Julio Iglesias o practico artes marciales como Kung Fu, entonces jamás ..." se quedará sin hacer muchas cosas buenas, gozosas, simplemente por experimentarlas. Dedíquese con todo su corazón a hacer algunas cosas lo mejor posible, y otras muchas, hágalas sin obsesionarse en la perfección. Los perfeccionistas acaban frustrados, con complejos de culpa y problemas de autorechazo. Nadie es perfecto. Se sentirá mucho mejor no siendo tan perfecto.

Si usted es una persona que solo está pendiente de la aprobación de los demás, del sí de otros, del aplauso de aquellos, de la mirada complaciente de alguien para actuar, muchísimas veces se sentirá muy mal. Paralizado cuando no le dan el visto bueno. Hundido cuando hizo algo que siendo para usted bueno, cayó mal a algunos a los que usted ha cedido el dirigir su propia existencia. Cuando usted ha puesto en las manos de otros el decidir sobre lo que es bueno o malo para usted; cuando usted no piensa, decide, analiza, actúa movido por sus propias convicciones, se convierte en un prisionero, en un ser manipulado e infeliz. Y así no se sentirá bien. Solamente se sentirá bien cuando se convierta en el dueño de su propia vida.

Se sentirá mal o bien, de acuerdo a cómo sea usted. Sea libre, espontáneo, alegre, amoroso, creativo, activo. Sea lo mejor de usted mismo. Y sobre todo, sea usted mismo. Siéntase orgulloso de su ser, acéptese, quiérase, ríase un poco de la vida, no se tome tan en serio, sea positivo. No intente hacer que los demás sean como usted. Todos tenemos derecho a la autenticidad. Y no se olvide, con Dios usted será feliz, INVENCIBLE.


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