P. Antonio Márquez Fernández, S.D.B. ¡Oh noche esplendorosa de mi oscura noche! ¡Oh fulgente noche constelada de estrellas de mi noche asaeteada con venablos de sombras, Madre pura! ¡Oh noche prefulgente en mi andadura del almo cielo a la feliz morada! ¡Oh noche transparente, iluminada, desde mi cuna hasta la sepultura! Con tu noche de luz, mi negra duda se enciende tal rosada y limpia aurora. Con la luz de tu noche, ¡ah!, se muda mi negrura en fulgor, bella Señora. Por tu nocturna lumbre, mi desnuda noche de claridad refulge ahora.
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