Excelencias de la Maternidad Divina
Congregación para el Clero. Santa Sede Vaticano
Una persona es tanto más excelente cuanto más cercana está a Dios, principio y fuente de toda grandeza, y cuanto más participa de El. Ahora bien, María Santísima por su dignidad de Madre de Dios y la intimidad que ello supone con el Verbo encarnado, participa de Dios es una medida excelentísima por consiguiente, su excelencia debe ser algo inconmensurable.
"Bendita tú entre las mujeres " (Lc. l, 42) fue el saludo más apropiado que encontró su prima Isabel para felicitarla. Y en la Bula "Ineffabilis" dice el Pontífice Pío IX que " María es superior a todos, menos a Dios ". Asimismo León XIII con no menos encarecimiento: "En verdad, tan alta es la dignidad de la Madre de Dios, que no puede darse nada más grande". Y en la Constitución Dogmática "Munificentissimus Deus" en la que Pío XII define el dogma de la Asunción de Nuestra Señora, así como en la Encíclica "Fulgens Corona", se le presenta al Vicario de Cristo la mejor ocasión de expansionar su admiración ante las grandezas de la Madre de Dios.
Los Santos Padres emulan enexaltar las excelencias de la Virgen en su dignidad de Madre de Dios, y precisamente por dicha dignidad. Baste por todos el hermoso testimonio de San Cirilo de Alejandría: "Podrá haber un hombre capaz de celebrar dignamente a la Virgen María? "
Santo Tomás de Aquino la coloca por encima de los ángeles. Y la razón de esta dignidad, que él califica como "Quodamodo infinita" (en cierto modo infinita) se funda en que no solamente engendró a uno igual a Ella, sino a uno infinitamente mejor que Ella.
La Maternidad de Nuestra Señora es una gracia en toda la extensión santificadora de su significado.
Fuente: clerus.org
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