Novena Virgen del Carmen

miércoles, 18 de septiembre de 2019

El culto propio de María



El culto propio de María

Congregación para el Clero. Santa Sede Vaticano

  
La moral mariana

La Virgen no puede ser objeto del culto de adoración o latría. Pero sí puede ser objeto digno del culto de "dulía" o veneración, que se tributa a todas las personas excelentes como son los santos del cielo. Sabemos que la excelencia de la Virgen sobrepasa a la de todos los bienaventurados, por lo que el culto de "dulía" con que se honra a la Virgen debe ser especialísimo y es llamado por la Iglesia como "hiperdulía". 

Esta veneración con que se honra a la Santísima Virgen María se le da porque: 

l) Como Madre de Dios tiene una dignidad y excelencia que está por encima de todas las dignidades de las creaturas, porque pertenece, en cierto modo, al orden de la unión hipostática, y por esta razón supera a todos los órdenes creados; 

2) María ejercitó los oficios nobilísimos de consorte del Redentor, Mediadora, Intercesora de todas las Gracias, y Madre espiritual de todo el género humano, que no competen a ninguna otra creatura. 

3) Fue adornada con una plenitud mayor de gracia y gloria que todos los ángeles y santos por lo que fue santísima y purísima de toda mancha, y llena de las más eminentes virtudes y méritos, brilló más que todas las jerarquías celestiales.

Fuente: clerus.org


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