Novena Virgen del Carmen

domingo, 18 de agosto de 2019

La discreción de Maria



La discreción de Maria 

Padre Tomás Rodríguez Carbajo



Con un silencio discreto vivió el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios en su seno. La contemplación de lo que Dios había realizado en Ella le hace vivir “ensimismada”, pero no por eso distraída de las realidad terrena que le rodeaba. La mujer hacendosa que canta la Escritura la tenemos en Maria, Ella era una “mujer de casa”, pero siempre dispuesta a ayudar a quien necesite de su colaboración, como le aconteció con su parienta Isabel.

. ¿Qué hace Maria en Can´a?. Participa de una fiesta no como protagonista, sino como invitada, pero esto no le anula su natural actitud de servicio discreto. Está pendiente de todo lo que sucede a su alrededor y al darse cuenta del riesgo vergonzante para los esposos al terminarse el vino, Ella con naturalidad acompañada de sencillez se acerca a su Hijo y le hace una súplica con la certeza de que se va a resolver el problema que ha surgido.

. Cómo nos gusta a muchos cacarear todo aquello que redunda en elogio personal y propio, así las distancias familiares parecen acortarse, cuando nuestro reconocimiento de lo que alguien vale nos puede a nosotros reportar un provecho.

. Maria marcada por la discreción se acerca sigilosamente a su Hijo, cuando este está rodeado de una muchedumbre entusiasmada, lo hace de tal manera que apenas reconocen su presencia, sólo una mujer se da cuenta y se lo notifica a Jesús, quien conocedor de la actitud de su Madre no le dice nada, que le rompa su modestia y discreción. Lo que dice Jesús aparentemente no es elogioso, pero detenidamente reflexionado es una alabanza a la actitud discreta de Maria: “Mi Madre y mis hermanos son los que hacen la voluntad de mi Padre”.

. Esa asignatura la tenia muy bien conocida Maria, pues, pronunció de una vez para siempre el “Hágase en mí según tu palabra”. Cuando atisbaba la voluntad del Padre, abandonaba sus planes para seguir los de su Señor.

. La discreción es compañera inseparable de la humildad y esta es otra de las virtudes, que Maria cultivó de manera extraordinaria, por eso pudo decir: “Porque se ha fijado en la humildad de su esclava, me llamarán Bienaventurada todas las generaciones”.

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