Novena Virgen del Carmen

lunes, 14 de mayo de 2018

Buenas razones por María



Buenas razones por María


Rafael Ángel Marañón


Nunca faltan espléndidas razones
Para hacer la defensa de tus dones,
Que nadie luce como tú que pones
La luz de Cristo en nuestros corazones. 

Presento una defensa que es ociosa,
Pues no es preciso hacer ningún esfuerzo,
Para poderle dar a algún mastuerzo
Razón de nuestra fe, limpia y gloriosa.

Y hay muchos hombres lerdos que en porfía
Discuten sobre cosas que no entienden,
O ponen condición y pleito encienden,
Discutiendo las glorias de María. 

Objetando a manera de cruzada
Erradican sus buenos sentimientos
Y dan al hijo los merecimientos 
Que niegan a su madre tan amada. 

Me juzgas y me quieres confundir,
Obviando las virtudes de María.
Que en Cristo su grandeza y alma fía
Y eso indocto lo quieres eludir. 

¿Has sido tú la madre del Cordero?
¿Lo criaste y siempre le has amado?
¿Lo viste cuando fue crucificado?
¿Sepultaste, como ella, a su lucero? 

¿Le seguiste en todo tiempo y hora?
¿Le abrazaste cuando era ya un despojo?
¿Orabas cuando oculta tras cerrojo
Esperó con la iglesia nueva aurora? 

¿Guardabas en tu propio corazón 
El peso del magnífico misterio?
¿Lo amaste con valor resuelto y serio?
¿Le diste siempre osado la razón? 

¿ Doblegaste tu vida en referencia 
Al Cristo al que tan solo conocía 
Por el ángel que dio la profecía,
Sin tener ni certeza ni evidencia? 

¿Lo diste todo por guardar seguro 
Del rey malvado que buscó su vida? 
¿Estuviste extranjera y escondida 
Protegiendo al que fuera el rey más puro? 

¿Que has dado por Jesús, tú que censuras
De loco y extremoso al que a María 
Alaba con firmeza y con porfía 
Sus hechos, sus virtudes y venturas? 

Pondera su memoria con respeto
Y no te jactes más con teología, 
Que es más que pertinente que a María 
Ofrezcas homenaje aun muy discreto. 

Y ya que eres tan bueno y sabes tanto, 
¿Sin duda, como ella, habrás dejado 
Todo peso, viviendo sin pecado, 
Dejando a otros tu alabanza y canto? 

Es María la madre santa y buena;
Modelo a que emular la raza humana, 
Pues ella se presenta como hermana, 
Sin pretensiones, cándida y serena. 

Así que piensa y obra como quieras
Que centrando mi vida tras de Cristo, 
Con María de fe muy bien provisto, 
No quiero dar lugar a broncas fieras. 



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