A la Virgen María
Benito Basarte García
Yo sé que la faz tranquila
vuela más allá del ruego. -
Cauce de la voz, el fuego
que apacienta tu pupila.
Entraré donde rutila
el rayo. No estaré en venta
porque tu voz acrecienta
el pálpito de las flores.
Y en la cima, ruiseñores
abrirán la luz sedienta.
TE OUIEREN EN ARGENTINA
igual que en otros lugares
donde tan bellos altares
en sus tierras disemina
nuestra América latina.
Tu bendices gran Señora
a la gente labradora,
que en las extensas llanuras
agradece tus fínuras
y te aclama AUXILIADORA.
FUE LA MADRE MISIONERA,
La Virgen del gran Fagnano,
el invicto salesiano
que los llanos recorriera
enarbolando bandera
con patriótico fervor.
Con su AUXILIO y su favor
con actitud altruista
llevó a cabo la conquista
de un nuevo reino de AMOR.
ES MARÍA AUXILIADORA
dulce faro de la mar
ella es Madre singular
del Cristiano que la implora,
y le llama su Señora.
De la niñez desvalida,
con desvelo Ella se cuida;
atenta guia sus pasos
y soluciona los casos
difíciles de la vida.
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