María
Hna. Teresa del Carmen Rodríguez Perez
María, música suave,
fragancia única,
rosa blanda y blanca.
María, dulcísimo nombre,
melodía sencilla y profunda
que elevas nuestras almas.
María, jardín precioso
de violetas, jazmines
margaritas y dalias.
María, perfume fresco
esparcido en el corazón que te ama.
María, humilde mariposa
de colores claros
que anda rondando mi casa.
Me admira tu pequeñez
y la sencillez con que proclamas
tu Magnificat, tu acción de gracias.
Al cantar la grandeza de tu Dios
Él te levanta en alabanza
y tu espíritu se alegra porque
ha mirado la humillación de su esclava.
Fija tus ojos en mí,
dale ritmo a mis palabras,
canta conmigo Señora
pues yo soy tu indigna esclava
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